Hace unos días vi esta película que me habían recomendado mucho, fue nominada a muchos premios y la verdad es que me provocó menos de lo que me imaginé.
La película relata la 3 momentos en la vida de una escritora, cuando tenía 11 años, luego 18 y finalmente como 70. Y cómo su visión interfiere en la relación amorosa entre su preciosa hermana (interpretada por Keira Knightley) con un inquilino de la finca familiar.
La trama se inicia en la campiña inglesa justo antes de la segunda guerra y luego de traslada a la Francia ocupada por los alemanes.
En esta película todo está bien: actuaciones excelentes, ambientación increíble, cinematografía extraordinaria, música sorprendente, vestuario notable. Tiene un plano secuencia de unos 5 minutos en donde muestra a las fuerzas inglesas establecidas en una playa francesa de un preciosismo y manejo técnico maravilloso. El ritmo, aunque tranquilo, es el adecuado para la historia. En fin, todo funciona a la perfección.
Ustedes se preguntarán, si todo es tan fantástico ¿por qué no me gustó? Por una simple razón, es fría y lejana. No conecta. Es como esa fruta tropical que se ve preciosa, pero es desabrida. O como los cuadros de hiperrealismo, que son perfectos técnicamente, pero no expresan sentimientos.
Eso sentí cuando la terminé de ver.
Me imagino que muchas mujeres consideran esta película una obra de arte. Lo respeto. Pero creo que que el director se mantuvo demasiado ajeno en cada uno de los artísticos planos con que filmó cada escena.
Yo igual recomiendo verla, porque está muy bien. Y quizás compartan conmigo que si le hubieran puesto más pasión hubiera sido una película inolvidable.
